Nacidos para ser Asesinados
Además del auge de Sudáfrica por el campeonato mundial de fútbol, este país es un paraíso para los cazadores, que llegan por miles desde Europa y Norteamérica para llevarse un animal muerto como trofeo. Todas las especies salvajes están disponibles, incluso las protegidas, como los elefantes: toda vida se traduce en dinero.
Una práctica especialmente pérfida es la "caza envasada". La mayor cantidad de sus víctimas son leones, que son servidos en bandeja a los cazadores. Los leones son encerrados en pequeños recintos o en jaulas, y los cazadores simplemente disparan.
Los leones nacen y se crían en granjas, por lo que no le tienen miedo a las personas. Así, cualquiera que paga puede cazar fácilmente un león. A menudo no necesita ni siquiera una licencia de caza para hacerlo.
Existen más de 160 granjas de leones como "trofeos" en Sudáfrica. En los últimos seis años, el número de leones criados en jaulas ha crecido en un 250%.
Hoy, unos 4.000 animales viven cautivos esperando por su desgraciado destino. Desde el 2006 al 2008, según la asociación Four Paws, el número de leones cazados en Sudáfrica se ha triplicado, y casi todos los leones que son cazados nacieron en cautiverio. La Agencia de Medioambiente local contabilizó 322 leones cazados en 2006 y 700 en 2007. La Asociación Sudafricana de Crianza de Predadores estima que el número creció a 1.050 en 2008.
La vida en la granja
Muchos de los cachorros o leones jóvenes sirven como atracción turística, donde el reclamo son las fotos posando con ellos, o paseándolos. Los turistas inconscientes pagan dinero para mirar o tocar a los cachorros de león, pero lo que hacen es apoyar una horrible industria de la muerte.
Los leones alcanzan la edad de convertirse en trofeos entre los 4 a los 7 años, que es cuando son ofrecidos a los cazadores. En muchos casos, la caza no se hace en la misma granja donde el león fue criado, sino que son transportados a otras áreas donde serán cazados, la mayoría de ellas en Free State, North West y Limpopo.
La caza envasada es un pasatiempo para una pequeña minoría de gente adinerada de países desarrollados. A más dinero, mayor el trofeo: un león macho con su magnífica melena cuesta €25,000 (30.000 dólares, 16.000.000 de pesos chilenos), y los que tienen melenas más oscuras pueden llegar a costar €45,000 (54.000 dólares, 30 millones de pesos chilenos). Las leonas pueden ser cazadas por €5,000 (6.000 dólares, 3 y medio millones de pesos chilenos). En algunas granjas incluso se ofrecen cachorros para ser muertos de un tiro.
Por Internet se venden packs completos de caza, que incluyen la "asesoría" de un cazador profesional, así como habitaciones y pensión, ya sea a través de agencias de viaje o agencias de caza. Los costos del transporte y la "preparación" del animal también corren por cuenta del que contrata "el servicio".
Pero no sólo los leones son víctimas del gatillo de los turistas, felices de su hazaña. Para ofrecer trofeos especiales, se llegan a criar tigres, aún cuando el animal no es nativo de Sudáfrica.
Los aficionados a la caza envasada dicen que sirve para proteger a la especie. Pero el caso es el opuesto: los expertos estiman que sólo viven en libertad unos 23.000 leones en el continente africano, y el SSC Grupo Especialista en Felinos de la IUCN ha estimado que el número de leones seguirá reduciéndose rápidamente.
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